top of page

REGRESAR A LO BÁSICO DESPUÉS DEL COVID-19

José Alberto Díaz-González P. / Director Neuromap

El futuro se torna incierto, yo creo que sólo es el cierre al círculo de regresar a lo básico, un "back to basics". Haber llevado al mundo a lo largo de este "progreso y evolución" es algo, por demás curioso y el resultado era previsible, la pinza que hoy se cierra, el fin de cómo funcionaba el mundo, el final de lo conocido, del modelo neoliberal y la entrada de lleno a la “modernidad líquida, sociedad, líquida o amor liquido”, como lo define Zygmunt Bauman, su manejo adecuado que nos exhorta a ser flexibles, dice que ser flexible significa que no estés comprometido con nada para siempre sino listo para cambiar la sintonía, la mente en cualquier momento en el que sea requerido. Esto crea una situación líquida.

Como un líquido en un vaso, en el que al más ligero empujón cambia la forma del agua. Este cambio se siente en todas partes en todos o en muchos de sus sentidos, necesario y natural seguro sí. Hoy tengo y entrego este punto de vista desde mi trinchera psicológica y emocional, soy psicólogo clínico.


Con preocupación voy viendo cómo personas cada vez más jóvenes llegan a mi consultorio con ataques de pánico y situaciones fuertes de ansiedad, ¿el motivo? que ya tienen 21 años y no son millonarios, hermosos o populares, la presión que el modelo anterior nos ha dejado, muchachos que ven programas en Netflix y Hollywood de cómo es o debe de ser la vida ideal, solo asequible a la realidad de unos cuantos. "Tutoriales" de cómo sufrir, hacer sufrir y “solucionar” el problema, que luego van y replican o toman como base para una idea o forma más personal, resultado y producto de la intolerancia de la sociedad en la que vivimos y que luego las pantallas replican haciendo acciones y retroacciones que activan el círculo vicioso neurótico en donde la enfermedad refuerza el síntoma y luego el síntoma refuerza la enfermedad, donde ya no se sabe qué fue lo primero si el huevo o la gallina.

La realidad es perfecta y no se equivoca, sucedió como debía ser, como se programó, como se instaló en nuestra Bio-computadora para con este programa iniciar todos una carrera frenética hacia el éxito, el consumismo, al tener, olvidándonos de lo realmente importante: un sentido de comunidad y ayuda mutua, los tiempos de familia, el darnos de la única manera que es posible, a través de nuestro tiempo. Lo que en nuestra sociedad se estaba gestando era imposible seguirlo sosteniendo, seguir permitiendo el pensamiento de que lo importante es lo que tienes y ver con indiferencia lo que eres y al parecer estar dispuestos a pagar el alto precio de las facturas que ya no sabíamos en donde archivar y mucho menos si íbamos a poder pagar, solo nos concretábamos a ver estáticamente y con displicencia los tropiezos y sufrimiento aniquilante de los cada vez más pequeños, de aquellos que decimos son los más importante en nuestras vidas, las víctimas reales de todo esto, nuestros hijos.

En la antigüedad las guerras se dirimían por territorio, hoy la economía y la información son el motivo y nosotros los pobladores de este mundo la carne de cañón. Esta circunstancia nos ha llevado a estar en medio del fuego cruzado y la hermana de la información, la oveja negra, la desinformación está realizando su mejor baile y como soldado del caos con su arma nos dispara sus mejores balas, que si es mentira lo que sucede y sólo es un juego político o se esparce el virus para deshacerse de viejitos o enfermos o menos válidos, que si es una limpieza de ciudadanos de segunda, que si se creó para detener a los chinos o a las migraciones de refugiados… Lo que sea que lo haya provocado nos tiene a todos siendo espectadores de un cambio sin precedentes y ante la gran oportunidad de tomar uno de dos trenes; el de “necear” y querer seguir en la misma dirección del viaje de los últimos años al destino del “tener” con paradas recurrentes a la ansiedad, desesperación y baja autoestima o el tren que va en la dirección de lo realmente importante en un sentido contrario totalmente al usual de estas últimas décadas, un viaje en donde la sabiduría de la incertidumbre es el maquinista y la única maleta a llevar tiene pegada una etiqueta que versa "sólo lo indispensable", ah y la de "frágil" ya que las pertenencias permitidas en este nuevo viaje son las necesarias para poder sobrevivir, son sin duda, salud, amor y familia en ese orden.


Capitalizar lo que el COVID-19 nos ha hecho entender a punta de encierro, miedo y falta de libertad, entender que lo más importante es la salud, el amor y la familia, sí repito, y no suelo ser necio o que quiero imponer mi punto de vista, el amor es lo que eleva mayormente la frecuencia, la familia es el primer círculo de influencia y la salud que puedo decirles, millones de personas en este planeta no podemos estar equivocadas.


Si estas dentro de los afortunados seguramente has tenido la suerte de ver a tus hijos mañana, tarde y noche, comer con ellos, jugar, hacer ejercicio, tener de alguna forma mágica alimento sin interrupciones, tal vez has logrado valorar todo ello cuando, usualmente bajó el amparo de la costumbre sólo veías lo que no tenías haciendo a un lado, a veces de manera despectiva, lo que si tienes y que en verdad es importante. Estamos siendo obligados a un ejercicio de desapego que de otra manera nunca hubiéramos podido, se está negando la venta de productos no esenciales en los supermercados, el resultado siempre puede ser positivo, necesitamos muy poco para vivir, por esto nadie se va a morir, estamos siendo obligados a comprar de un artículo por persona, permitiendo que otros menos favorecidos tengan acceso ya que para ellos puede ser más difícil provisionarse y cuando por fin logran juntar su dinero ya no lo hay, por que el miedo voraz de los que sí pueden se llevaron todo lo que había, para al final dejar que algunos de estos productos se echaran a perder en sus alacenas en muchos tristes casos.


Si en cambio eres de los que están luchando en el frente de batalla y perdiste tu negocio, empleo o estás trabajando en el sector salud y estás de frente en esta guerra con la muerte y perdiendo compañeros, cosa que créanme sucede, será más difícil en todo caso, lo maravilloso es que la receta para la contención y el bienestar es afortunadamente el mismo, solo la forma del aprendizaje es más severa, solo es diferente.



¿Qué hacer?


Es para mí indispensable aclarar que me considero totalmente apolítico, por ello te pido recibir la siguiente cita con las debidas reservas, en el artículo de El País del día 6 de mayo del 2020 escrito por Jorge Zepeda Patterson titulado “AMLO, el visionario involuntario” y que coste que no es una opinión a la política del presidente de México por parte mía o alguna clase de simpatía, el periodista nos da esta información producto de su investigación periodística, la cual cito textual:

“Hace unos días 170 académicos e investigadores holandeses publicaron un manifiesto justo sobre este tema, dirigido al Gobierno de su país. Sostienen que el hecho de que la covid-19 haya tenido tales consecuencias se debe en gran parte al modelo económico dominante de los últimos treinta años. “El modelo neoliberal requiere una circulación cada vez mayor de bienes y personas, independientemente de los innumerables problemas ecológicos y la creciente desigualdad que esto causa. Durante las últimas semanas, las debilidades de esta máquina en crecimiento han sido expuestas dolorosamente”. Súbitamente, agregan, descubrimos profesiones “cruciales” y actividades que, no hace mucho tiempo, tuvieron que luchar por el reconocimiento y un mejor salario: atención médica, atención a personas mayores, transporte público y educación. Tienen razón. La pandemia debería llevarnos a poner las cosas en perspectiva. Si pudimos parar al planeta para evitar que murieran varios cientos de miles de personas por el virus, tendríamos que ser capaces de hacer algo para evitar que 4.2 millones mueran cada año por enfermedades vinculadas a la contaminación del aire o varios millones más por afecciones relacionadas con el hambre y la desnutrición. Y si no por ellos, al menos por nosotros: “Los expertos advierten que en caso de una mayor degradación de los ecosistemas, existe una mayor probabilidad de brotes de virus nuevos y más potentes”. Resultó una mera circunstancia que la covid-19 se cebara en particular sobre los viejos, ¿qué pasaría si el siguiente virus ataca en particular a los niños y provoca infertilidad, como en la película Children of Men de Alfonso Cuarón?


Las dramáticas consecuencias que ahora estamos viviendo podrían empeorar drásticamente si no cambiamos a otra forma de desarrollo que vaya más allá del “business as usual”, concluye el manifiesto de estos intelectuales holandeses. Al final, plantean cinco recomendaciones al Gobierno de los Países Bajos.


1. Reemplazo del modelo de desarrollo actual dirigido al crecimiento genérico del PIB, por un modelo que distinga entre sectores que pueden crecer y necesitan inversión (los llamados sectores públicos críticos, energía limpia, educación y cuidado) y sectores que necesitan reducirse radicalmente dada su falta fundamental de sostenibilidad o su papel en impulsar el consumo excesivo (como, por ejemplo, los sectores de petróleo, gas, minería y publicidad).


2. Desarrollo de una política económica dirigida a la redistribución, que proporcione un ingreso básico universal, integrado en una política social sólida; un impuesto progresivo sustancial sobre la renta, el beneficio y la riqueza; semanas de trabajo más cortas y trabajo compartido; y el reconocimiento del valor intrínseco de la asistencia sanitaria y los servicios públicos esenciales, como la educación y la salud.


3. Transición a la agricultura sustentable, basada en la conservación de la biodiversidad, la producción de alimentos sostenibles, en su mayoría locales, la reducción de la producción de carne y el empleo con condiciones de trabajo justas.


4. Reducción del consumo y los viajes, con una disminución radical de las formas lujosas y derrochadoras.


Cancelación de la deuda, principalmente a empleados, trabajadores independientes y empresarios en PYMES, pero también a países en desarrollo (a cargo de los países más ricos y las organizaciones internacionales como el FMI y el Banco Mundial)”. (sic)


Nos guste o no del 2 al 4 son políticas del Sr. Presidente, como menciono sin ánimo de hacer de esto una aceptación política de mi parte, por lo menos me da una dosis de esperanza.

Finalmente confirma y me alienta a transmitir este sentido real de opinión y si me permiten, de ayuda al muy degradado sentido de comunidad, listos o no para esto, con ganas o sin ellas, no veo otra alternativa o recomendación.


El título del presente artículo "Regresar a lo básico después del Covid-19" ha sido estimulado por lo vivido, lo atendido en mi práctica clínica y artículos encontrados como este de El País y otros más.

Otra de las influencias más relevantes y que alinea lo que yo en particular recomiendo es la entrevista realizada a Kim TallBear quien explica su pensamiento y aclara su postura en relación al "poliamor" y a la forma en la que se define el sexo en el mudo occidental. Esta pensadora de origen indígena americana Dakota, catedrática de la Universidad de Alberta en Canadá, escritora y filósofa, responde en la entrevista publicada en Pterodactilo, revista on-line del departamento de español y Portugués de la universidad de Austin en Texas, lo que es el poliamor y habla de esta filosofía centrada en las relaciones humanas y no humanas y cómo el poliamor está a nuestra alcance a manera de prevención para esta pandemia.


Primero hace una diferencia clara de ser poliamorosa a tener sexo con muchas personas. ¿Y cómo es tener múltiples amores sin que necesariamente haya sexo? el objetivo más bien son relaciones en donde el compromiso emocional sea profundo.


Explica además cómo en sus orígenes en las sociedades tribales no existía la monogamia, los matrimonios eran plurales incluso se daban relaciones con personas del mismo sexo, en los registros históricos y antropológicos podemos saber que a lo largo de todo el continente americano las prácticas homosexuales eran comunes y además existían distintos géneros, no ésta cosa binaria de género que nos impusieron, y que eso fue motivo de tremenda violencia, torturas y asesinatos por dichas prácticas, calificándolos de desviados y anormales, apunta TallBear.


Y qué decir de la veneración al sol, la luna, la tierra y los animales, igual criticado por el occidentalismo, la misma suerte para estos originarios nuestros, la misma violencia sólo por una serie de creencias e ideas no convenientes a intereses económicos, políticos y religiosos. Toda esta cita y opinión hace sentido cuando entendemos que este modelo también ha encontrado su fin y no necesariamente por la pandemia, un modelo obsoleto al cuál le han cambiado el discurso y que ahora ellos mismos pretenden enseñarnos, y como ellos nos lo venden ahora si lo tomamos con prudencia, aceptación y poca reserva.


Regresar a lo básico es regresar a lo que hoy personajes como Deepak Chopra nos comunica en sus leyes espirituales y sus procesos meditativos, figuras como el Dr. Wayne Dyer y muchos otros retoman las enseñanzas milenarias de Lao Tse en el Tao Te King o Joseph Campbell en el poder del mito, quien nos revela un conocimiento ancestral de los significados de los mitos iguales en comunidades alejadas geográficamente que parten de las mismas filosofías sin haberse comunicado de ninguna forma es pues, la comprobación de la existencia de este inconsciente colectivo, término acuñado por Carl Jung que nos ampara en esta idea de regresar a lo básico partiendo de lo que todos sabemos y tenemos almacenado en nuestro inconsciente.


Un ejemplo más comercial es el de Disney quien logra lo que muchos deseábamos que ocurriera y que sucede en su película titulada “Coco”; un orgullo por nuestras tradiciones de muertos más que un motivo de vergüenza o idea de ser ignorantes, pero que finalmente aceptamos porque tenemos la autorización de nuevo de ese sistema. En fin, ninguno de estos grandes maestros está equivocado, todos brillantes pero nada nuevo bajo el sol en el conocimiento natural del ser humano.


Es momento de estar confiados de lo que siempre hemos sabido, lo que está en nuestra sangre y tuétano: al amor y contacto a la naturaleza, la veneración por todas las formas de vida, las enseñanzas y comportamientos ancestrales que hoy personas preocupadas por la apertura nos estimulan a ella, el amor hacia nuestra familia y a todo lo que existe, la salud como medio para alcanzar todo lo que podamos imaginar, el desapego a lo material y la espiritualidad como arma fundamental, todo hoy al alcance de nuestra mano tal vez podamos ayudar a nuestro destino fortaleciéndolo, regresando a nuestros básicos y quitando el ingrediente de miedo al futuro.




Comments


SÍGUENOS
  • Facebook Basic Square
  • Twitter Basic Square
  • Google+ Basic Square

NEUROMAP®

(+52) 442-225-2167
  • Facebook Social Icon
  • Twitter Social Icon
  • Google+ Social Icon

Lunes a Viernes       10:00 am - 2:00 pm

                                       4:00 pm - 8:00 pm 


Sábados                     10:00 am - 1:00 pm

© 2020 Neuromap created with Wix.com

bottom of page